En charla a jóvenes con inclinación por la pedagogía, organizada por la UCM, el docente manifestó que la misión de los educadores es tratar a los estudiantes con amor, para la transformación de la sociedad.

“Nuestra sociedad se ha transformado en una suciedad y tenemos que limpiarla. Y eso lo logramos con amor. El hecho más rebelde que podemos hacer hoy en día contra este sistema es ser profesores y amar a nuestros estudiantes”. Con esta afirmación, el profesor de matemática, Gerardo Hernández, motivó a cerca de 30 jóvenes de tercero y cuarto medio, que participan del Programa de Atracción de Talentos en Pedagogía (PAT), en la Universidad Católica del Maule (UCM).

Hernández, exalumno de Pedagogía en Matemática y Computación UCM, actualmente trabaja en el Centro de Apoyo al Aprendizaje (CAP) del plantel, específicamente en el programa de Acompañamiento en Matemática. Pero, reconoció, su llegada a ser profesor fue más bien anecdótica: primero comenzó haciendo reemplazos a docentes en la enseñanza media, luego, como estudiante de ingeniería, siguió con trabajos esporádicos enseñando matemática, hasta que por fin se decidió a ingresar a pedagogía. “Mi historia con la pedagogía es bastante cercana, no la quería al principio, pero después la busqué y la busqué y al final la encontré, es lo que soy, soy profesor y estoy muy encantado de serlo”, aseguró.

Fue en el marco del ciclo de conversaciones dialógicas “Mi Amor por la Pedagogía”, que organiza todos los años el PAT, donde este educador manifestó que “Nuestra labor es fundamental, tenemos mucho camino por delante, tenemos que transformar esta sociedad”, expresó.

En ese sentido, llamó a los jóvenes a que “Si ustedes van a ser profesores, en algún minuto van a tener cursos con jefaturas, y ahí ustedes tienen que amar y querer a sus estudiantes, entenderlos y comprenderlos, porque muchas veces hacen desórdenes, pero quizá los ´profes´ no los conocen, no saben por qué están reaccionando así y ¿cuál es mi misión? ¡Conocerlos! Y educarlos en base al amor, así se les van a abrir las puertas para el futuro”, agregó.

Desafíos

Para el profesional, los desafíos de la formación inicial docente, “Deben estar enfocados en humanizar la profesión, necesitamos profesores que sean realmente cercanos a sus estudiantes, que comprendan el contexto en donde se desarrollan y las cargas que traen desde sus hogares. Muchas veces se habla que los estudiantes más conflictivos provienen de sectores vulnerables, sin embargo, considero que ellos han sido los vulnerados, debido a la precarización de la educación pública y sus políticas de mercado”, sentenció.